Pequeños exploradores: largos viajes en coche con personitas

Los atascos, los niños irritables y los padres estresados pueden hacer que los viajes largos en coche sean un verdadero desafío para las familias. Por eso, les pedimos a algunos padres con experiencia que compartieran sus mejores consejos para un viaje en coche sin estrés. No sería Navidad sin los largos viajes en coche que hacen las familias por todo el país. Este deleite festivo viene acompañado de atascos, niños irritables y padres agotados. A continuación, se ofrecen algunos trucos para hacer el viaje más llevadero... ¿o incluso más agradable? --> La clave aquí es planificar para lo peor y esperar lo mejor. Un amigo optimista me dice que esto siempre funciona. Nuestra experiencia ha sido un poco menos optimista. Hemos vivido vómitos explosivos, paradas de emergencia para hacer caca, peleas sobre por qué ventana hay que mirar, guerras de tentempiés y atascos de tráfico... todo lo habitual en la vida familiar. El tiempo lo es todo. Si se adapta a tu horario, arréglalos con pijamas o un saco de dormir para bebés (puedes conseguirlos con aberturas para los cinturones de seguridad, ¡ingeniosos!) y acomódalos con ositos de peluche, almohadas y mantas. ¡No se permite la radio hasta que todos se duerman! Pero asegúrate de cansarlos primero. Un hablador niño de tres años que conocemos estaba tan emocionado por el viaje nocturno que siguió hablando hasta pasadas las 10:30 p. m. Viajar durante la noche con niños dormidos es uno de los momentos más lujosos que puedes tener como padre, ¡así que disfrútalo! Si los horarios no cuadran y hay que viajar durante el día, la distracción es el santo grial de los viajes en coche. Ni siquiera los niños más tranquilos apreciarán el paisaje ni querrán escuchar ese fascinante documental de la radio. Se aburrirán, se pondrán nerviosos y empezarán a pinchar a sus hermanos para divertirse. Antes de partir, prepara el coche con un espejo para el asiento del bebé, organizadores de juguetes, una persiana y un soporte para la tableta. No olvides bolsas de plástico de repuesto, toallitas húmedas, un orinal de viaje y ropa de repuesto. Pídeles a tus hijos que preparen su propia mochila con cosas con las que puedan disfrutar jugando durante el viaje. Esto alimentará su alma independiente. Es posible que descubras que han empacado una mezcla ecléctica de frascos de vidrio, fósiles, pinzas para el cabello, armas, bandas elásticas, pintura, plastilina... tal vez quieras editarla sutilmente antes de partir. Saca a relucir los juegos clásicos, pero reserva los que no te gustan del todo para los momentos de desesperación. Nuestros pequeños exploradores pueden jugar al Veo Veo durante horas y horas, sin saber realmente con qué letra empieza nada, y normalmente eligiendo algo que está en casa o quizás totalmente ficticio. Siempre termina en una pelea. Un clásico es ¿Quién puede permanecer en silencio durante más tiempo?, que tiene el potencial de crear 45 segundos de paz. Otros buenos son Encuentra el primer coche amarillo, Cuenta los transportadores de coches y ¿En qué animal estoy pensando? El problema con cualquier cosa competitiva es que, entre los ganadores, siempre hay perdedores, normalmente muy malos perdedores en entornos reducidos. La historia interminable es una buena opción para participar en equipo y colaborar en el coche. Dependiendo de la edad de tus hijos, puede que acaben convirtiéndose en chistes sobre el trasero, pero los habrá mantenido ocupados durante unos 10 minutos pasables. Si tus hijos tienen la edad suficiente y son lo suficientemente tranquilos, los audiolibros pueden ser fantásticos. ¡Cuanto más divertidos, mejor! Los CD para cantar a coro son geniales y, por un momento, puedes sentirte como los Von Trapp. No sientas que tienes que soportar horas de tormento con canciones infantiles: ¡haz que tus hijos conozcan la música que amas desde una edad temprana! Es fundamental estar bien preparado con los tentempiés , y preparar muchos bocaditos pequeños y saludables es una buena idea. Las bolsitas exprimibles, los palitos de zanahoria y los cubitos de queso son los favoritos de toda la vida, y puedes combinarlos con tentempiés alternativos de coco, cereales, fresas liofilizadas, cecina y frutas deshidratadas.

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